sábado, 12 de abril de 2008

Cómo saber cuándo hacer qué" en facilitación (1990)

DESARROLLO PERSONAL Y EVOLUCIÓN GRUPAL:
MODELO SEPTADIMENSIONAL DEL CRECIMIENTO INTERPERSONAL
("Cómo saber cuándo hacer qué" en facilitación)

Víctor Hugo Kuschel


Los Grupos de Encuentro o de Crecimiento Interpersonal llevan, implícita o explícitamente, dos objetivos simultáneos: el desarrollo personal de los individuos que lo componen y la evolución del grupo de participantes.

El propósito de este trabajo es formular el modelo conceptual y metodológico que define la orientación de las experiencias que son trabajadas en los grupos de Crecimiento Interpersonal realizados por Patricio Varas (rf. 15) o que asumen sus lineamientos.

El modelo explica cómo se entiende el Desarrollo Personal y la Evolución Grupal y las relaciones entre ambos fenómenos. Es también la base para que el facilitador formado en esta orientación aprenda a escoger y secuenciar las experiencias que ofrecerá a los participantes de los grupos que él conduzca.


EVOLUCIÓN GRUPAL

El modelo utiliza como eje el enfoque de William Schutz (rf. B,16) para entender la evolución del grupo. Él propone tres etapas de desarrollo grupal: Inclusión, Confrontación y Afecto.

Dado que estos conceptos ya han sido presentados en otro lugar (obras citadas), aquí solamente se indican algunos énfasis, enriqueciendo la reseña con algunos aportes de Carl Rogers (rf. 11), en torno al progreso de la confianza y a la madurez.

En la etapa de Inclusión, los participantes se presentan y tantean el terreno. La confianza es escasa e incipiente; la intimidad y autorrevelación, raras y superficiales -más bien hay preocupación por "cuidar la imagen". Se juega el participar, "meterse" o no en el grupo y si aceptar como compañeros de experiencias a otros o segregarlos.

La etapa de Confrontación es aquella donde se define quién es quién, para lo cual es necesario conocerse y confrontarse, tanto en lo Interpersonal -en la interacción con los demás- como en lo Intrapersonal -hacia adentro de uno mismo. La confianza es aquí un problema a veces álgido de enfrentar, ya que cuesta mostrarse, cuesta confrontar e incluso se hace difícil acercarse para conocer al otro. Aquí el grupo madura en la medida que identifica a cada uno de sus miembros y es capaz de valorar sus aportes y aceptar sus características.

A la etapa de Afecto también la llamamos de Realización, ya que es en ésta donde el grupo obtiene logros o resultados tangibles de su quehacer y donde justamente se evoca sentimientos de autorrealización y de éxito. Para llegar a la madurez se pasa por las dificultades para ser espontáneo, para expresar los sentimientos y para aceptar el éxito y el fracaso en el quehacer; se llega a ella en la medida que en el grupo se da un clima de confianza, y en que hay transparencia, fluidez, creatividad y realización.

Entonces, en la medida que el conductor del grupo efectivamente facilita, éste va evolucionando a través de estas etapas, durante el tiempo que dure el proceso.

Según dure el período de trabajo grupal -sesiones, días, semanas, meses-, según el grado de resistencias del grupo, de las técnicas de facilitación y experiencias de aprendizaje aplicadas y de la destreza del facilitador, será la profundidad y fluidez del avance o evolución. Sin embargo, se supone que en todo trabajo grupal se pasa por las tres etapas, a menos que el trabajo sea interrumpido abrupta y sorpresivamente. Es decir, podrá evolucionar en mayor o menor medida en cuanto a la madurez lograda, pero igualmente se transitará por Inclusión, Confrontación y Afecto.

Esta evolución se concibe con un sentido positivo, constructivo, en la medida que los esfuerzos del conductor del grupo, el Facilitador, son efectivos. Podría decirse que el grupo madura, se realiza, se actualiza en lo que le es más propio; llega a ser un ente con su propia identidad. Esta identidad muchas veces es impredictible y sorprende al Facilitador como a los participantes, a medida que va manifestándose.

Por supuesto que no debe desconocerse la posibilidad de que no se produzca una evolución en sentido positivo, constructivo; sino negativo o pernicioso: ello también puede ocurrir. Por ejemplo, fracaso en la etapa de Inclusión es la temprana disolución del grupo; de la Confrontación, rencillas mal resueltas y desorganización; de Afecto, inexpresividad, falta de espontaneidad, desconfianza e improductividad.

Finalmente, cabe señalar que esta evolución tiene su correlato en los individuos: ellos van aprendiendo y madurando -respecto a sus propias potencialidades- de acuerdo a estas mismas dimensiones. El participante, por ejemplo; en inclusión, va descubriendo sus dificultades para integrar el grupo o para trabajar con algunos participantes; en confrontación, aprende a conocerse y conocer a los demás y a confrontar; en Afecto, a expresarse, a intimar (rf. 12).


DESARROLLO PERSONAL

Más allá del progreso individual como correlato de la evolución grupal, el modelo propone experiencias de aprendizaje en cuatro esferas de Desarrollo Personal: Sensorial-Corporal, Emocional, Interaccional y Transpersonal.

La esfera de lo -Corporal-Sensorial corresponde al contacto y conocimiento del propio cuerpo y a la ampliación del campo de los sentidos. A través de ejercicios psicofísicos (usando el término "psicofísicos" en su acepción más amplia) las personas van aprendiendo a contactarse consigo mismas, a sentir las sensaciones de movimiento, de peso, tensión, calor; en general, a percibir su cuerpo. También hay experiencias de contacto interpersonal en esta esfera, donde se explora las resistencias a hacerlo y se promueve actividades lúdicas de énfasis corporal.

La exploración Sensorial enfatiza el uso de sentidos alternativos a la visión y, si se trata de ella, usos no convencionales. Se privilegia el olfato y el tacto, como caminos a una ampliación de conciencia sensorial.

Los aportes de M. Feldenkrais (3), O. Ichazo (4), Raynaud de la Ferriere (9), Lowen (6) y Stevens (4) son, entre otros, destacables para esta dimensión.

Si bien lo Emocional está presente en cada actividad o experiencia, hay un momento en que el trabajo se focaliza en ello: fundamentalmente se trata de vivencias donde la emoción se da con un fuerte componente corporal y sin promover particularmente su análisis de entendimiento a nivel conceptual. Aquí los participantes van recuperando su capacidad de vivir plenamente sus afectos, positivos y negativos.

En esta esfera tienen especial relevancia los aportes de los Neo-Reichnianos (10), como Lowen (6) y Leonard (5.5), por ejemplo.

La esfera Interaccional abarca los distintos procesos de contacto interpersonal y la comunicación en general. Se ha preferido el uso del término "interraccional" por sobre el de "comunicacional" ya que tiene una connotación más vivencial y menos verbal, que corresponde mejor a lo que se propone en las experiencias. Estos procesos también incluyen el contacto Intrapersonal; esto es, el aprendizaje de vías de comunicación interna o consigo mismo, de formas de entenderse y captar los mensajes del organismo.

El contacto interpersonal promueve la confrontación, incentiva las posibilidades de expresar y decir lo que se siente y piensa de los demás, a la vez que muestra medios para hacerlo. También se enfatiza la capacidad de verbalizar -o traducir a palabras- los sentimientos e intuiciones.

En toda esta dimensión destacan, entre otros, los aportes de Perls (7), Rogers (5), Bateson (0) y Erickson (18).

La esfera Transpersonal -como su nombre lo indica- apunta más allá de lo personal: se promueve las vivencias de religiosidad, de contacto de la divinidad y el conocimiento de eventos que van más allá del control, perceptivo y manipulativo, habitual sobre el mundo. Por ejemplo, se explora con técnicas meditativas diversas -Tai Chi, meditaciones budista y de Osho (Rajneesh) (8)-, cabalísticas -trabajos con naipes, I Ching (17)- y otras -como las experiencias de Castañeda (1) y las danzas sufies.

En este campo se pone especial cuidado en el trabajo de las resistencias -dogmatismo, fanatismo, escepticismo- y se evita el uso de aproximaciones convencionales, que normalmente están cargadas de peyoratividad, para favorecer la reconciliación de los individuos con este aspecto de su identidad y la actualización de una serie de potencialidades que la cultura tiende a excluir.


SÍNTESIS: LOS SIETE ASPECTOS DEL CRECIMIENTO INTERPERSONAL

El desarrollo personal va dándose según estos cuatro aspectos o esferas, mientras que, simultáneamente, el grupo va evolucionando según las tres etapas enunciadas anteriormente. En la práctica, se organiza las experiencias en forma de promover una secuencia como la que se siguió en la exposicion. Para facilitar la visualización del Modelo, puede examinarse la Figura 1.

















Fig. 1: “Gráfica del Modelo Septadimensional de Crecimiento Personal”


Esto significa que se avanza desde los procesos de Inclusión (I), pasando por el Desarrollo Corporal – Sensorial (cs), hacia la Confrontación (C), mientras comienza a explorarse lo emocional (e) y, luego, lo Interaccional (i), para llegar a lo Transpersonal (t), en la etapa de Afecto (A).

El hecho de que los triángulos del Desarrollo Personal estén dentro del triángulo de la Evolucion Grupal, se entiende como que ésta es el contexto de aquél. Sin embargo, hay también influencias recíprocas entre ambos procesos.

El círculo representa la unidad y coherencia de todos estos avances o progresos, tanto en lo individual, grupal, como en la síntesis metodológica de ambos procesos que se traduce en vivencias, experiencias integradas para los participantes.

En una aproximacion más técnica, el proceso puede ser descrito como en la Figura 2. Esta gráfica permite describir en forma más precisa las intersecciones entre las etapas de la Evolución Grupal y los aspectos del Desarrollo Personal. Por ejemplo, se visualiza que la etapa de Confrontacion incluye aspectos Emocionales e Interaccionales o que el trabajo Transpersonal se realiza en la etapa de Afecto.



EVOLUCION GRUPAL
DESARROLLO PERSONAL

(Afecto-Realización)

A
t
(transpersonal)

(Confrontación)

C
i
(interaccional)

e
(emocional)

(Inclusión)

I
cs
(corp.-sensorial)

- Tiempo de trabajo –
- Proceso


Fig. 2: “Evolución Grupal y Desarrollo Personal en procesos de Crecimiento Interpersonal”.



LINEAMIENTOS DE PRÁCTICA



Una aplicacion de este modelo gráfico puede ser hecha para enfrentar el problema de “cuándo hacer qué”, en cuanto a la elección de las experiencias de aprendizaje que neesita hacer el Facilitador.

En la absisa (horizontal) se sitúa el tiempo del que se dispone para el trabajo
–en términos de jornadas, talleres, sesiones o duración de la sesión- y, en la ordenada, las dimensiones del Crecimiento Interpersonal. Debe cuidarse que la absisa y las ordenadas tengan el mismo largo. La diagonal permitirá ir situando los momentos del trabajo-proceso.

Por ejemplo, si imaginamos un trabajo-proceso de 12 sesiones (se divide la absisa en 12 segmentos), podemos visualizar (ver figura 3.) que en las cuatro primeras sesiones se trabaja principalmente lo Corporal y Sensorial –en la etapa de Inclusión; en la sesión 5 se inicia el trabajo Emocional y en la 7 el Interaccional –ambas en la etapa de Confrontación; las últimas sesiones se centrarían en experiencias de Afecto y Transpersonales.





A

t

C
i

I
e

cs
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12


Fig. 3: “Ilustración de aplicacion del Modelo



ALCANCES DEL MODELO.


Este modelo es una abstraccion, una generalización conceptual que describe, predice lo que ocurre en un proceso-trabajo de Crecimiento Interpersonal conducido con este enfoque. Sin embargo, por supuesto que es sólo una aproximación que pretende orientar los esfuerzos del conductor o facilitador y raramente permitirá interpretar cada uno de los múltiples eventos que se dan en el campo del Desarrollo Personal y la Evolución Grupal, ni en la secuencia que ocurren. Justamente, uno de los esfuerzos del trabajo de facilitación va a incrementar nuestra impredictibilidad, nuestra creatividad como seres humanos.

Por otra parte, si bien este Enfoque puede entenderse como una concepción del Hombre y sus potencialidades, también es necesario recalcar que no hay dogma en ello; sino un afán fundamentalmente metodológico, de ordenar efectivamente las experiencias de aprendizaje. A este respecto cabe también recordar que las experiencias aplicadas surgen de una diversidad de escuelas o líneas de trabajo en el campo del Crecimiento Interpersonal, como se desprende del número de autores citados y de la apertura permanente a nuevos aportes. En general, eso sí, debemos reconocer que asumimos una postura y un accionar Humanista.

BIBLIOGRAFÍA


BATESON, G. “Doble vínculo (doble fondo) y esquizofrenia”. En pasos hacia una Ecología de la mente. Ed.

CASTAÑEDA, C. “Las enseñanzas de don Juan”. Ed.

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PERLS, F. “Sueños y Existencia”. Ed. Cuatro Vientos, (Santiago, 1976).

RAJNEESH, B.S. “Psicología de lo Esotérico”. Ed. Cuatro Vientos (Santiago, 1980).

RAYNAUD DE LA FERRIERE, S. “Yug, Yoga, Yoguismo”. II Parte: “El Sistema yoga: su práctica. Pág. 318-326. Ed. Diana (México, 1969).

SCHUTZ, W. “Firo”. Ed. Holt-Rimnehart-Winston (New York, 1958).

VARAS, Patricio Programa de Cursos “Teoría y Práctica de la Facilitación Grupal” (Nivel I); Práctica de la Facilitación Grupal” (Nivel III); Facilitación en Sistemas Residentes (III). Ed. CPEIP (Santiago, 1990).

VARAS, Patricio, & Rivera, Y. ”Aportes teóricos a la Facilitación del Desarrollo Personal e Interpersonal”. Cap. IV “William Schutz y la Cultura de los Encuentros”. Ed. CPEIP (Santiago, 1990).

WILHELM, R. “I Ching”. Ed. Cuatro Vientos (Santiago, 1976).

ZALAQUETT, C. Apuntes sobre Milton Erickson. Ed. Universidad Católica de Chile (Santiago, 1988).

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